Esta cavidad se desarrolla entre dos fracturas superpuestas con direcciones de 30º N. y 50º N. respectivamente, lo que nos permite dividirla en dos sectores claramente diferenciados desde el punto de vista espeleológico e incluso tectónico. La primera fractura, abierta al exterior e iluminada por la luz solar, de escasa importancia espeleológica, se desarrolla entre estratos de 30o de buzamiento (como es común en todas las cavidades del Pla dels Avencs) y un espesor que oscila entre los 20 y 25 centÃmetros, fácilmente reconocibles por su notable estado caótico. Esta primera zona se prolonga durante unos 45 metros de recorrido en planta, con una anchura que oscila entre los 0.7 metros en un extremo hasta los 3 metros en el otro extremo por donde se accede a la segunda diaclasa. El suelo de este tramo presenta unos vaivenes para alcanzar la cota de -11 metros en un empotramiento previo al contacto con la segunda fractura; en estos últimos metros, nos aparece el techo a una altura media de 7 metros. A la segunda fractura de 72 metros de recorrido en planta, se accede a través de un reducido boquete que da paso a una vertical de 15 metros pero con numerosas repisas y pequeñas galerÃas adyacentes, la anchura es de 0.7 metros. Una vez en la base del citado pozo, seguimos en dirección NE.; durante los 9 primeros metros hemos de atravesar una peligrosa e inestable gatera descendente para posteriormente alcanzar una zona de 2 metros de anchura situada a la cota de -33 metros. A partir de este punto la cavidad cambia ligeramente de morfologÃa, pasando de una zona de entrada (a la segunda diaclasa) extremadamente seca, sin rellenos litoquÃmicos y muy descompuesta, a otra zona más húmeda y con algún relleno parietal, factores que influyen notablemente en una menor descomposición de la roca e incremento de la seguridad en la exploración. La galerÃa sigue hasta una profundidad de -52 metros con las caracterÃsticas tÃpicas de este tipo de cavidades, es decir, una única galerÃa con plantas superpuestas (debido al empotramiento de bloques), pozos, supuestos techos excesivamente altos, etc., por este motivo, es posible que la diaclasa pueda proseguir por algún punto, bien sea horizontal o verticalmente. La anchura de este último tramo de la cavidad es de 1.1 metros. |