Boca atractiva y amplia que mira al noroeste (330º) produciendo la sensación de cueva más que de sima, de dimensiones irregulares de 2,5 metros de altura por una anchura que oscila desde 1,5 a 2,5 metros. Se accede a su interior en pendiente de 3,2 metros hasta aparecer un resalte de 2 metros destrepables en técnica de chimenea y haciendo pie a continuación en un suelo de piedras. Se trata de una única galerÃa que en cono de derrubios desciende casi 6 metros, con una anchura de 0,60 metros. En este punto aparece una vertical, de estrecho paso, de 8 metros que progresivamente se acampana, haciendo los últimos 5,5 metros muy cómodos. Una vez hemos tocado el suelo, llegamos a una galerÃa descendente de unos 10 metros de recorrido y 1,40 metros de anchura media que finaliza en una gatera de unos 5 metros que se estrecha paulatinamente hasta hacerse impracticable. La zona final de la cavidad es rica en formaciones reconstructivas de enorme belleza y gran tamaño. En esta zona también podemos observar una estrecha fractura que actúa de sumidero pero que es imposible el acceso humano. En toda la cavidad encontramos signos evidentes de escorrentÃa, estando las piedras que encontramos en el cono de derrubios de la base del pozo muy lavadas. En la base de la cavidad encontramos acumulado sedimento fino, producto de una deposición lenta y en este un pequeño canal por donde circulará el agua, que se pierde por la grieta impenetrable ubicada en la cota de máximo desnivel. Suponemos que tras fuertes lluvias la cavidad recoge agua de escorrentÃa exterior. |