Su boca de acceso concreta es de aspecto triangular, con 1'8 metros de anchura por 1'3 metros de altura. Al adentrarnos, nos damos cuenta que estamos en plena fractura. A nuestra izquierda, tras los iniciales 4'5 metros de recorrido, descenderemos de forma escalonada -3'5 metros pudiendo caminar por la estrecha galerÃa unos 5 metros (7 metros de recorrido real), hasta hacerse impenetrable por ambos extremos. Aunque es en dirección 50º N.m. donde la cavidad cobra su esencia, aún hemos de atravesar un angosto paso irregular y vertical, de 0'35 metros de anchura máxima, para dar con la galerÃa principal. Salvando este delicado paso, a la izquierda divisamos las únicas formcaciones reconstructivas de la cavidad, unas pequeñas columnas. Desde este punto, por una holgada abertura superior, podemos conectar con un piso superoir, que a su vez, posee otra boca que da al cortado por el que hemos entrado. El recorrido de esta zona superior alcanza los 10 metros, 8 de los cuales son en planta. Volviendo rumbo NE aparece una corta vertical (-3 metros) descendible en contraoposición. En su base, tras 4 metros de recorrido en planta (6 metros reales), se ciega la fractura. El interés espeleológico de esta sima es escaso. |