En el siglo XIX, por el pueblo hubo un elemento que se dedicaba a robar por todo el término; le llamaban el Cirilo y cuando la Guardia Civil lo detuvo lo encerraron en la cárcel. Desde allÃ, privado de libertad, escribió una carta a su mujer en la que le decÃa el lugar donde guardaba los botines de sus atracos. El problema fue que la pobre señora no sabÃa leer y emocionada por tener noticias de su marido después de mucho tiempo y confiada por el desconocimiento de su contenido, se fue rápidamente al Mas de Jaume del término de Corachar, que estaba muy cerca de donde ella vivÃa y les entregó la carta a los vecinos para que se la leyeran y le explicaran que le contaba su marido. Los masoveros se hicieron los tontos y le dijeron que no habÃan entendido la carta y mientras la mujer bajaba al pueblo para que el secretario la leyera, estos se apropiaron del contenido del botÃn, que estaba escondido en la Coveta de Domingo, en un barranco cercano al Mas de Roda. Encontraron armas de fuego y gran cantidad de monedas de plata y a partir de este incidente vendieron la masÃa y abandonaron el pueblo hacia algún paradero desconocido; el Cirilo paso mucho tiempo en la cárcel y su mujer se las apañó como pudo.
Boca prácticamente orientada al sur, de 4 etros de anchura por 1'8 metros de altura, en disposición vertical y de apenas 3 metros de profundidad de visera. En el exterior existen acúmulos de piedras que delatan una antigua pared de piedra en seco. |