Al visitar la cavidad, lo primero que destaca es el intenso trabajo minero realizado en su interior. La cavidad está constituida principalmente por un laminador que apenas rebasa el metro de altura, viendo en todo el recorrido las marcas para extraer el mineral, incluso en zonas inaccesibles con estrechos pasos de apenas 30 centÃmetros. Realmente el trabajo realizado por los mineros era muy duro y llevado a término en unas condiciones muy precarias, no solamente por las dimensiones de las galerÃas, sino también por la iluminación que disponÃan, constituida por teas encendidas, que seguramente producÃan más humo que luz. En un punto de la cavidad muy inaccesible, se ha localizado (año 2011) la base de un cántaro dentro de un pequeño agujero, donde después de alguna lluvia, éste se llenarÃa de agua, pudiendo de esta forma saciar la sed de los mineros.
La boca de la cavidad, orientada hacia el rÃo (SW), de 0'50 x 0'50 metros de sección, se abre bajo un pequeño peñásco. Penetra en forma de laminador, con un mÃmino de 15 metros de recorrido, sin desnivel y sin formaciones, galerÃa ancha pero de techo bajo y con un piso superior. Tras la entrada hay que superar un angosto paso que accede al resto del interior. |