Esta sima, interesante por su importante pozo de entrada, con una vertical absoluta de 42 metros, morfológicamente está formada por dos pozos paralelos y de relativas grandes dimensiones. La génesis de ambos pozos hay que buscarla en un fenómeno de erosión-corrosión inversa, directamente controlado por el cercano (distancia en planta horizontal) barranco. Por otra parte, la dualidad de los pozos, obedece a una caracterÃstica de textura y fracturación tÃpica de la caliza, pues su base común asà parece afirmarlo. El fenómeno antes mencionado de erosión-corrosión inversa, se localizó exclusivamente en la zona profunda, pues en la zona media y superior todavÃa perdura la diaclasa como forma principal de modelado de la cavidad, en cambio si intentamos estudiar el segundo pozo, éste se pierde hacia el exterior (la última vez que se localiza es a -13 metros de profundidad a través de una ventana lateral) aunque sin alcanzarlo. Las formas reconstructivas son muy escasas, sólo es posible localizar algún recubrimiento parietal muy concreto y localizado. Asimismo, es de lamentar el estado en que se encuentra el fondo de la sima, relleno de restos óseos y de animales en estado de putrefacción. En octubre de 2013 se agrandó la ventana existente en la cota de -13 metros, logrando acceder de este modo a esta nueva vÃa de descenso, mucho menos 'en volado' que la anterior. |