La boca de la cueva presenta una altura de 7 metros por 2,3 metros de ancho, dando paso a una galerÃa de 6 metros con ligero ascenso que finaliza en un resalte ascendente de 4 metros, en cuya parte superior las dimensiones se reducen y el conducto da un giro de 90 grados. Después de un paso estrecho bajamos un resalte de 4 metros que nos deja en una salita de 5 x 3,5 x 4 metros, con una sección muy caracterÃstica, con una cúpula en el techo y en la parte baja, a unos 0,7 metros de la parte inferior, una zona plana condicionada por el buzamiento subhorizontal de los estratos y también que forma un antiguo nivel de disolución. Por tanto, en su base la salita es más espaciosa que por arriba, que queda acondicionada por una diaclasa con dirección 120º-300º Nm; en la parte inferior de la sala y hacia el sur, encontramos la continuación de la cavidad, por una gatera ampliada en marzo de 2023 por miembros del ECC. Detrás de la gatera llegamos a una sala circular de 7 x 6 x 2,3 metros, con el piso formado por sedimento fino con un grado de humedad mayor que la salita precedente. En la parte central se forma un reguero producto de la erosión del agua sobre la arcilla. El agua parece que viene o vendrÃa del extremo sudeste, pero ahora se encuentra totalmente colmatado. Destacan los fósiles de Toucasia en el techo, y en el extremo nordeste una terraza con un rincón muy concrecionado, con estalactitas, estalagmitas y columnas que forman casi una barrera. Por un lateral de estas formaciones se puede pasar detrás donde queda un espacio de 2,7 x 2 metros. Esta terraza queda colgada un metro sobre el piso actual de la sala, mostrándose como un paleonivel de relleno de sedimento y deposición de espeleotemas. Esta sala presenta también un rincón ascendente y con una cúpula en el techo en la parte sur. Encontramos una diaclasa con dirección 40º-220º Nm que condiciona estos dos rincones y sobre la que se ha formado la sala, pero que la cierran totalmente por ambos lados. Se trata de una surgencia fósil, colgada unos 35 metros sobre el lecho actual del barranco. La formación de la cavidad ha tenido lugar primero en condiciones freáticas y posteriormente en condiciones vadosas. En su evolución también queda patente un relleno y vaciado del sedimento de la cavidad, tal y como se ve en la sala final, producto de fases de fosilización y reactivación. En fuertes lluvias posiblemente esta cavidad recoge agua de filtraciones exteriores, tal y como se observa en algún pequeño nivel de inundación, pero supongamos que sin activar la cavidad. Unos 25 metros por encima de la cavidad encontramos un extenso lapiaz plano, que corresponde a la zona de influencia y de absorción de la cavidad.
En el interior de la cavidad se han encontrado fragmentos indeterminados de cerámica ibérica a torno. |