La boca de esta cueva, de 1,8 metros de altura por 0,6 metros de anchura, se abre a unos 3 metros por encima de la base del cortado, teniendo que trepar un poco para alcanzarla. Tras la boca aparece una galerÃa de 8 metros que nos deja en una sala de 12 x 8 x 4 metros. La parte final de la sala está formada por grandes bloques estratificados que han caÃdo del techo. En esta zona final podemos trepar por un resalte de 4 metros hasta alcanzar un pequeño balcón sobre la sala que finaliza en una cúpula (cota +10,5 metros con relación a la boca de entrada). Se supone que este balcón queda cerca del exterior, en la loma que encontramos por encima del cortado donde se abre esta cueva. Desde los bloques de la parte alta de la sala, encontramos un laminador descendente que baja durante unos 12 metros, entre niveles de brechas, finalizando en la cota de -5,8 metros justo debajo de la sala. En la sala encontramos interesantes reconstrucciones litoquÃmicas, constituidas principalmente por coladas y columnas. En el exterior de la cavidad, y a escasos 8 metros de la boca encontramos una sima “abierta†al exterior, fruto del retroceso del cortado por la erosión del barranco, que la ha alcanzado, quedando en la actualidad un tubo seccionado longitudinalmente de 3,5 metros de diámetro y 7 metros de altura y en cuyo interior encontramos restos de coladas reconstructivas y rellenos sedimentarios. Sin duda, este interesante fenómeno geológico, está directamente relacionado con la morfologÃa de la cueva, pues en un extremo de la sala principal de la cueva, aparece una corta galerÃa de 3 metros que toma esta dirección, aunque todavÃa restan unos 4 metros para alcanzarlo. Por otra parte, las brechas encontradas en la galerÃa bajo la sala, parecen indicar un ambiente de sedimentación importante, al igual que los rellenos sedimentarios de la sima “abiertaâ€. Esta cueva sirvió de refugio a la gente de las masÃas de los alrededores durante la pasada Guerra Civil Española (1936/39), e incluso, según algunas referencias orales, posteriormente también fue utilizada por los "maquis". Testimonio de estas estancias son las formaciones rotas, restos de una hoguera y latas de conserva de esa época, e incluso una inscripción del año 1948 en una colada al inicio de la sala. El desnivel de la cueva es de 16,3 metros (+10,5 / -5,8). |