Se trata de una zona que se asemeja a una gran fractura, con grandes e inestables bloques, entre los cuales hay diversos agujeros y grietas, todos ellos sin mayor interés ni buen uso como refugio. Por su cercanía puede estar relacionada en su génesis con la Sima 4 de la Cerdaña. Localizada e inventariada en febrero de 2019 por José Ángel Cobo y Paco Mas (GESAP). Volviendo a ser revisada en junio de 2019. Lo más relevante son un par de cuevas cercanas entre sí y cerca de un pequeño tejo, ejemplar aislado en la zona. Todos estos agujeros son utilizados como refugios por la fauna silvestre. Una de las cuevas es un fractura hundida, de unos 4 metros de honda por 0,40 metros de ancha, en la parte cerrada, y unos 2,5 x 1 metros en la parte abierta. Tiene una altura en la zona cerrada de unos 2 metros, y al fondo y arriba se aprecia luz a través de algún agujero pequeño. La otra cavidad, también en forma de fractura, tiene dos entradas, y mide unos 7 metros de larga, con una anchura que llega en la parte central a 2 metros, y con una altura de unos 2,5 metros. |